En el documento, se explica que “los veterinarios y los profesionales de la profesión, tienen un papel clave en la mitigación y eliminación de los riesgos de leishmaniosis en la salud pública”. En este sentido, cuando se produzca una reubicación geográficamente distante de los animales, los profesionales veterinarios deben realizar exámenes exhaustivos con los diagnósticos necesarios para evitar la propagación involuntaria del patógeno.
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Fuente: Diario Veterinario