La normativa española sobre la alimentación de aves necrófagas ha contribuido a mejorar la situación de estas especies y ha permitido incluso el traslado de algunos ejemplares (sobre todo de buitres negros y buitres leonados) a países como Francia, Bulgaria, Italia o Israel para el desarrollo de programas de reintroducción.
Los programas de alimentación emprendidos por las comunidades autónomas cubren prácticamente la mitad de las necesidades de alimento anuales, la mayoría en explotaciones extensivas situadas en zonas de protección para la alimentación de especies necrófagas.
España concentra más del 90% de ejemplares de necrófagas de toda Europa y constituye el principal enclave a nivel mundial para la protección de estas especies.
Más info clicka aquí.