La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) dice que no hay pruebas de que los alimentos sean una fuente o una vía de transmisión del virus. Este organismo está realizando un seguimiento estrecho de la expansión del covid-19 y concluye que en la actualidad no hay pruebas ni evidencias que corroboren que supone un medio de propagación. La principal evidencia de transmisión apuntada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el contacto con gotículas respiratorias procedentes de la nariz o la boca de una persona infectada.