Entre los meses de enero y septiembre del año 2020, el Seprona de la Guardia Civil llevó a cabo una investigación, tras la recepción de una denuncia que permitió detectar el uso irregular en el suministro de medicamentos veterinarios por parte del gerente de un centro veterinario de Zaragoza, en el que fueron detectadas irregularidades en la prescripción y cumplimentación de las recetas.