Los fertilizantes de origen fecal, el riego y el agua son las fuentes más importantes de resistencia a los antimicrobianos (RAM) en los alimentos de origen vegetal y la acuicultura. En la producción de animales terrestres, las fuentes potenciales son los alimentos, los seres humanos, el agua, el aire o el polvo, el suelo, la vida silvestre, los roedores, los artrópodos y los equipos, señala la EFSA en un nuevo informe.

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