Las vacunas animales han estado ayudando a Europa a proteger a sus ciudadanos con éxito durante muchos años, previniendo enfermedades zoonóticas como la rabia y controlando muchas enfermedades transmitidas por los alimentos. Aunque todavía están presentes en Europa, las enfermedades transmitidas por los alimentos como la salmonela representaron una seria amenaza para la seguridad alimentaria y la salud pública hace algunos años, pero a principios de la década de 2000 se produjo una reducción del 50 % en los casos de salmonela en las personas gracias al uso de la vacuna en los pollos.
Lee la noticia completa clickando aquí.