Las autoridades francesas consiguieron identificar una granja de patos vecina como la fuente de contaminación del felino. La multiplicación de estas transferencias virales de aves a mamíferos en diferentes países llama a la vigilancia, ya que esto podría facilitar una posible transición a humanos.

La sensibilidad de los gatos al virus de la influenza aviar altamente patógena (HPAI) se conoce desde 2004 y ya se demostró en Tailandia y Alemania en 2006. Esta es la primera vez que se observa dicha contaminación en Francia.

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